¿Quién podría ayudarme aquí?

Para quienes han emprendido la aventura equívoca de la migración.

LETRAS Y MÁS LETRASGRETEL QUINTERO ANGULO

Gretel Quintero Angulo

7/6/20252 min read

Sobre el texto…

El domingo 7 de junio participé por primera vez en un grupo de escritura creativa en Alemania. Fue una experiencia tan interesante como inesperada. Aunque el idioma de comunicación del grupo es el inglés, cada quien puede escribir en su lengua materna, lo cual lo hace aún más especial.

La dinámica es sencilla pero poderosa: alguien prepara unos prompts —pequeñas frases o palabras que sirven de inspiración—, y cada participante elige uno al azar. A partir de ahí, escribimos durante 30 minutos lo que surja, en el idioma y género que queramos, y luego compartimos nuestras creaciones.

Este texto que les comparto nació de ese primer encuentro. Mi prompt fue en inglés: “Who could help me here?” ("¿Quién podría ayudarme aquí?)”. De ahí surgió esta breve reflexión sobre el acto de migrar. Espero que resuene con quienes han sentido, en algún momento, que saltar a lo desconocido también es una forma de encontrarse.

Pues la verdad es que hay que confiar. A la larga, hay que hacerlo, porque a veces uno da por hecho las cosas y simplemente asume que el cambio solo implica mejora y no ruptura, pero los cambios siempre son ruptura.

Claro que hay que hacerse la ilusión, porque si no nunca nos atreveríamos. El atreverse implica cierta inconsciencia. Es como saltar al vacío confiando en que hay una red. Uno se emociona con la aventura y se consuela pensando que lo ha previsto todo y, que por tanto, nada puede salir mal. Luego, cuando ya estás cayendo, te das cuenta de que la red no aguanta y te tienes que agarrar a lo que sea.

A veces, las cosas a las que te agarras queman, otras cortan, y algunas te abrazan, sí, pero esas son las menos. Y te vas despojando de tu carne, de tus ideas, de quien has sido hasta entonces, y convirtiéndote en un ser de rostro ambiguo cuya única historia trascendente es la de ese salto que, si te lo hubieras pensado dos veces, nunca te habrías atrevido a dar, pero del que no te arrepientes.

El arrepentimiento es un lujo que no puedes permitirte, aunque ahora andes por ahí con tu ser hecho girones, en lo que esperas que tu piel sane y tu esencia vuelva a florecer.