La Tierra Baldía

Julio es el hermano con más miedo,

busca donde dormir su temor,

hace la palabra entre cada salto,

los deja correr hacia él cuando quiere morir en el mar del verano.

La música descubre las luces de la despedida, sin tantos recuerdos,

y le deja un beso de la tarde entre los ojos.

Nos sentamos cerca de la salida, dijiste,

sin la primavera,

cuando vuelve la lluvia por el frío,

cuando el sol se agita con el viento:

en Verrabotn ese es el verdadero rey.

¿Por qué los árboles ocultan el esplendor de sus raíces?

¿Cómo las raíces adivinan que tienen que elevarse hasta la luz,

y saludar al aire con flores y colores?

Alguien apiló tantas ramas y palabras hasta olvidarse de cómo sacar los pies del suelo.

Entre cada hoja marchita pasa el viento abriendo el trazo de la luz y la memoria,

dejando entrar el saber y el deseo,

pero el aire y la luz nada pueden contra el peso del suelo,

solo removido por la lluvia,

convirtiendo la cárcel de arena en el abrazo nunca pedido y siempre necesario.

(...)

Viltreke

Crayola y tinta sobre papel, 15x15cm

Etien Martínez Román, 2024