De silencios I: Orfeo
Yo, Orfeo: hacedor de música y poesía para esquivar el miedo al silencio...
LETRAS Y MÁS LETRASETIEN MARTÍNEZ ROMÁNEL SUEÑO DE GRETEL


Quisiera saber si está….
No quedaba el río cerca, ni el otro camino
Cuántas veces pudo dejarme el ruido haciendo
En mi nombre
Nuevo desde que sea Orfeo
Saliendo de la esperanza
Rodeando siempre de silencio
Y destruir así para hacer desde la caída.
De Silencios
Crayola y tinta sobre papel, 15x15cm
Etien Martínez Román, 2024
Yo, Orfeo: hacedor de música y poesía para esquivar el miedo al silencio.
¿Cuántas veces pude compartirlo?
Dos…solo dos grandes caminos recorridos entre el vivir esperanzado de la noche o de los días…
Sin preguntar
Esperando que el silencio pase distraído por la brisa perdida entre los arboles
Sin la luz
Sin la espera
Sin la palabra que puede convertirse en campana anunciadora de la paz del ruido
Tengo aún más que aguantar.
Dos veces compartiendo el silencio…
con la margarita...
…y el jardín.
¿Dónde puede contarse?
¿Quién deja entre los ojos abiertos el canto para esperar el triste beso de la lluvia,
Vuelta triste y otra vez deja que la noche espere lo nuevo?
Ah, y siempre encontrando las columnas entrelazando primero con la noche
Entre las puertas del cántico en premura que deja el viento
Ni sin su rama
Deja después
Quizá quién más no falta
Y luego el reloj acampanado el paso de la piedra junto al lago entre el sol
Separado de las nubes
Donde nace el rio que nunca ha de acabar en el sendero de mis nuevas olas
La margarita y el jardín: después de veinte años
Hanme recordado el miedo al silencio
Disponiéndolo entre el mismo principio
Que se inventa, sacando de entre toda la esperanza
De saber andar en el sosiego
Para así rescatar a la luz el verso convertido en piel
Dejando entre las piedras de quien viene después
El paso de la margarita en la noche
El tiempo del jardín sentados frente a la ventana.
Toda la prisa la he vuelto sonrisa
Y solo entre el sonar de las campanas
Me quedo esperando el nuevo regalo
Que será mi propia voz cantando entre la espera de la tarde
Cambiando entre las aguas.
No para esconderse, no para hacerlo entender
Contar de cada flor que sorprenda en su color
Ante la palabra
O el ruido
O el batir
…salga el sonido
Déjeme desprovisto ante las calles
Y sigo caminado por cada verja
Con la margarita
Y sigo esperando después de veinte años
Que el reloj presienta la llegada del jardín saliendo de entre las maderas
De la sala
Sin esconderme
Sin decirle del miedo
¿Quiero saber si está?
¿Y yo?
Cuál sería el vidrio para verme el miedo…
Tanto de contar…
Sí, vuelvo a esperar a compartir tantos miedos
Pero solo recuerdo dos:
Solo quiero recordar dos…
Partidos desde el salir sin la sombra
Protegidos por la noche o por el techo
La margarita,
El jardín…
Ambos dándome el paso de la luz del día
Al entender
Al esperar….
Cómo pude alcanzar el paso del agua entre mis manos
Después de veinte años...
Sosteniendo el paso del aire
Y dejando el sabor del umbral entre las velas que no alcanzan
El humo del incienso sobre el agua que recuerda los dos nombres:
La margarita…
... y el jardín.
(...)